Si, como dice Admin hay por ahí información sobre el asunto.
Por otro lado, en teoría, si que hay sistemas más "sencillos" de hacerlo, al menos desde el punto de vista de la comprensión, peeeero… son menos seguros y necesitarían más cables y un sistema de aforador distinto. Sería volver a los sistemas anteriores al asunto este de los interfaces electrónicos que sirven para ahorrar cableado, ganar seguridad, tener al conductor feliz en su ignorancia y complicar las reparaciones más elementales (o eso creíamos) en un asunto complejo; tanto que en muchos casos es más fácil cambiar el cuadro que enfrentarse a la reparación. Eso suponiendo que el cambio de cuadro sea algo viable, técnica o económicamente, que nunca se sabe.
Yo era de los que vivía feliz (en mi ignorancia) pensando que el valor que se veía en el cuadro del Xantria, tanto de temperatura como de nivel de combustible, era real y…. no.
El Xantia ya pertenece a una generación de coches, en los que la información que recibe el conductor está previamente maquillada por un interfaz “tocapelotas” y eso no es fácil de cambiar.
Por un lado el aforador trabaja con una tensión menor y a través de un circuito de mayor impedancia. Tampoco existe un contacto que nos indique en qué momento el depósito entra en reserva. Esto ahorra cableado y aleja el peligro (que ya era remoto) de incendio. Permite que los instrumentos del cuadro sean más sencillos al no tener que llevar un doble bobinado de compensación que evitase las derivas de la indicación en función de la tensión, ya que de no existir esto el depósito estaría “mas lleno” con el alternador entregando 14 voltios que 12,5, y la temperatura oscilaría igualmente.
Los más viejos, seguramente recordareis los saltos de las agujas, al estar detenido en un lugar y encender la luz de avería, por ejemplo, o la variación de nivel del depósito al subir o bajar cuestas o incluso en algunas curvas.
Todo eso ha desaparecido pero ha sido a costa de que la información sea sometida a una integración previa que “falsea” la información real. Por ejemplo: casi todos veréis que en los coches actuales la temperatura del motor aparece clavada (si todo va bien) en la temperatura ideal de funcionamiento, mientras que en otros tiempos, los que tengáis edad suficiente ¡jeje! recordaréis que en un recorrido a alta velocidad por la autopista, y mucho más en invierno, la aguja de temperatura, oscilaba continuamente entre los 75 y 90 grados (es un decir) al ritmo de apertura y cierre del termostato. Si creéis que esto había cambiado debido a los modernos sistemas de control de temperatura del motor (como yo, ignorante de mi) estáis muy equivocados.
Ahora un tipo que sabe mucho de interfaces “amigables” (pa habernos matao) ha decidido colocarnos un interfaz que dice que la aguja esté en el mismo sitio, el ideal, siempre que la temperatura del motor se encuentre entre 75 y 102 grados (también es un decir) y nosotros vivimos felices pensando en lo bien que controla nuestro motor la temperatura.
Con el nivel de combustible, igual, con dos hilos el sistema lo hace todo: indica el nivel de combustible como si el coche estuviese siempre quieto y en un llano, y además, enciende el piloto de reserva (Javi , le llamábamos en mi juventud) cuando toca.
Todo este rollo (que a lo mejor a alguien le sirve para algo, aunque no sea más que para entretenerse) para decir que no es fácil, ni seguro, hacer inventos con el asunto del aforador, aunque al final su funcionamiento fuese más comprensible, al menos para los que nos quedamos en la época ilógica….. perdón, quiero decir, analógica (que no análoga, como dicen algunos, sobre todo en América).
Besos